Uruguay, héroe de la lucha contra el tabaco

Por Juan Carlos Díaz Guerrero

Montevideo (PL) La voluntad política del gobierno de Uruguay y la estrategia interinstitucional impulsada en los últimos años condujo a este país a reducir indicadores negativos de salud vinculados al hábito de fumar, con resultados hoy palpables.

 

Los datos divulgados por las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) y el reconocimiento permanente al presidente Tabaré Vázquez de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud, ratifican lo anterior.

Elemento importante que denota tal empeño está vinculado a la reducción de la prevalencia en el consumo de tabaco que pasó de un 32,5 por ciento en 2006, un año después de la asunción del Frente Amplio, a 20,4 en 2017, según los números oficiales.

En la misma fecha en que el mundo conmemoraba el Día Mundial sin Tabaco, el 31 de mayo, el titular de Salud, Jorge Basso, anunció la reducción en uno por ciento en el hábito de fumar al cierre de 2017, al descender de 21,6 en febrero de ese año a 20,4 por ciento al terminar diciembre.

Para el alto funcionario esa disminución constituye la más importante alcanzada en la última década, cuando la prevalencia anual en el período era de entre 0,5 y 0,7 por ciento y ahora superó un poco más del uno por ciento.

Enrique Soto, responsable del Programa Nacional para el Control del Tabaco del MSP, aseguró que la reducción de ese indicador responde directamente a la política antitabaco impulsada desde el gobierno en los últimos años.

Afirmó que con esa medición este país cumple con la exigencia definida en el convenio marco de la ONU, que fue convertido en ley en Uruguay. Cabe destacar que antes de la implementación de la estrategia y políticas contra el tabaco, el estado sudamericano estaba identificado como una de las naciones con más alta prevalencia de tabaquismo en la región.

Otro elemento relevante fue la reducción en 17 por ciento en los últimos 10 años de los infartos agudos de miocardio asociados a la acción vasoconstrictora de la nicotina, sobre todo los vinculados a las cardiopatías isquémicas.

También, al decir del titular del MSP, ha disminuido en forma constante la prevalencia del cáncer en los hombres, no así en las mujeres, sector en el cual aumentó el número de fumadoras.

Precisamente, en la campaña convocada para este año, se puso énfasis en las consecuencias del consumo de tabaco en el sistema cardiovascular, en lo fundamental en las enfermedades isquémicas y las cardiopatías en general.

Las acciones de los últimos años condujeron, además, a que el consumo de tabaco en los jóvenes pasara de 25 por ciento a nueve, de acuerdo con la última Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística, y el 97 por ciento de los uruguayos perciba hoy que el tabaco es dañino para la salud.

Revelador resulta, según datos de la Dirección General Impositiva, que del año 2000 a la fecha las ventas de cigarrillos cayeran en 35 por ciento, al reducirse en 110 millones el número de cajas adquiridas por los consumidores.

Lo anterior sucedió sin que se incrementara el contrabando, mediante el despliegue de una política de control del comercio ilícito de tabaco, que contribuye a la caída de la circulación de cigarrillos, indicó Basso.

Políticas específicas contra el tabaco

A criterio del Ministro de Salud, el juicio impulsado contra Uruguay por la multinacional tabacalera Philip Morris contribuyó, de alguna manera, a identificar la política de ocultamiento de información de esa industria, ‘orientada a estimular el consumo de un tabaco dañino para la salud humana’.

Este pleito se consideró a nivel internacional como ‘un caso emblemático’ ya que por primera vez tuvo lugar una acción judicial por la supuesta vulneración de los derechos de propiedad intelectual de una empresa, basados en un acuerdo de protección recíproca de inversiones.

La implementación de dos medidas de control del tabaco durante el primer gobierno de Vázquez (2005-2010) condujo a la querella jurídica, a la cual se sumó luego la prohibición de fumar en lugares públicos. Una de ellas incluía el requisito de presentación único, el cual impedía a los fabricantes de tabaco comercializar múltiples presentaciones de cualquier marca de cigarrillos.

La otra medida aumentaba el tamaño de las advertencias sanitarias que aparecían en los paquetes de cigarrillos de 50 a 80 por centímetro de la parte inferior de los lados principales de cada paquete.

Con el argumento de que las medidas de control del tabaco violaban el tratado de inversión entre Suiza (sede de la compañía) y Uruguay, Philip Morris presentó la demanda ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, con sede en Washington.

La decisión del tribunal (en 2016) fue considerada por los expertos significativa para las disputas que implican la interacción entre las cuestiones relativas a la interferencia con la inversión extranjera y la protección de los objetivos de bienestar público.

Al entregar el 31 de mayo un reconocimiento especial al presidente uruguayo por su constante lucha contra el tabaquismo, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, significó que fue tal el éxito de las medidas que la multinacional ‘decidió demandar a Uruguay ante un tribunal internacional’.

Remarcó que esa no solo fue una victoria para el pequeño país sudamericano, ‘sino para la reglamentación de otras mercancías dañinas en todo el mundo’.

El experto de origen etíope subrayó que bajo el liderazgo de Vázquez, ‘Uruguay se convirtió en un héroe de la lucha contra el tabaco’, vicio que todos los años mata a siete millones de personas, de las que el 50 por ciento fallece por cardiopatías y apoplejía.

Al recibir el reconocimiento, el Presidente uruguayo dijo que ‘todo premio es honor’, y revalidó su compromiso de luchar no solo por controlar la epidemia del tabaquismo, sino también por contribuir a eliminar los factores de riesgo de las Enfermedades No Transmisibles.

Agradeció asimismo la distinción en nombre del pueblo de su país y aseguró que la mejor manera de corresponder a ello es continuar ‘con las políticas, programas y acciones’.

Como parte de la política estatal contra el tabaquismo, en 2004 Uruguay ratificó el convenio marco de las Naciones Unidas, un año después comenzó adoptar políticas específicas contra el tabaco y en 2008 prohibió a través de una ley fumar en los espacios públicos.

El responsable del Programa Nacional para el Control del Tabaco del MSP explicó que se aprobaron una serie de ordenanzas y decretos, los cuales se convirtieron en acciones concretas para combatir el hábito de fumar.

Entre ellas, la prohibición de publicidad y la reducción del tamaño de los pictogramas en las cajetillas de cigarros, y entre las últimas se envió al Parlamento un proyecto de ley para la aprobación del empaquetado neutro.

En esa dirección, Giovanni Escalante, representante de la Organización Panamericana de la Salud en Montevideo, elogió el rol del MSP de Uruguay, la sociedad civil, la población, las organizaciones no gubernamentales y la Universidad.

El funcionario de la ONU subrayó que la lucha en este país contra el tabaquismo se produce en sinergia y ‘por eso ha producido estos efectos tan positivos’.

Escalante estimó que el éxito radica en que ‘todos han trabajado al unísono’ y destacó la labor de los supervisores.

Cada año el Estado uruguayo destina 700 millones de dólares para atender a las personas con patologías vinculadas al consumo del tabaco, cifra que representa el 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto.

alb/jcd

* Corresponsal de Prensa Latina en Uruguay

Publicado en: ADAT

Deja una respuesta