SANTO DOMINGO, RD .– La enfermedad coronaria, el derrame cerebral, la enfermedad valvular del corazón y la insuficiencia cardíaca congestiva siguen siendo la principal preocupación de los especialistas en salud cardiovascular, aseguró el doctor Christopher Irobunda, cardiólogo intervencionista del Hospital NewYork- Presbyterian.
Dijo que la identificación y el manejo de los factores de riesgos como la diabetes, hipertensión, colesterol, obesidad, tabaquismo y genética son la clave para evitar las complicaciones asociadas a las enfermedades cardiovasculares.
En tal sentido, el especialista destacó que está demostrado que fumar cigarrillos aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y que fumar hookah tiene el mismo o mayor riesgo para desarrollar enfermedad cardíaca que el del cigarrillo.
Agregó que muchas bebidas energéticas tienen altas cantidades de cafeína y azúcar y, por lo tanto, pueden aumentar la probabilidad de arritmias y presión arterial alta.
El doctor Irobunda, experto en el manejo de tromboembolias y quien se caracteriza por desarrollar una alta empatía con los pacientes, hizo los señalamientos al responder preguntas para LISTÍN DIARIO.
Compasión
“Es importante que todos los proveedores de atención médica entiendan que, además de su conocimiento médico, la confianza y la compasión son fundamentales para la atención del paciente”, aseguró, al explicar que esos atributos mejoran su capacidad para obtener la historia real del paciente, hacer un diagnóstico correcto, aumentar el cumplimiento con el régimen médico y la atención de seguimiento.
Recordó que la tromboembolia venosa o trombosis venosa profunda y embolia pulmonar es una enfermedad vascular relativamente común que afecta a más de quinientas mil personas cada año en los Estados Unidos y es la tercera causa principal de complicaciones cardiovasculares detrás del ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular.
Citó entre las causas más comunes de trombo embolismo venoso, lo vinculado a las cirugías, especialmente ortopédicas; el cáncer; el sedentarismo y la inmovilización; el embarazo y el uso de anticonceptivos orales en mujeres, y los problemas de coagulación sanguínea genética.
Tradicionalmente, explicó, los anticoagulantes (intravenosos y por vía oral) han sido la base del tratamiento del trombo embolismo venoso, así como la colocación de filtros en la venocava inferior para evitar que el coágulo de sangre viaje a los pulmones.
No obstante, señaló, el avance principal ha sido en el área del tratamiento de coágulos sanguíneos grandes con catéteres que pueden eliminarlos directamente o separarlos para evitar complicaciones mayores y la muerte asociada con ellos.
Avances
El especialista señaló que la cardiología intervencionista siempre ha estado interesada en aliviar la enfermedad cardíaca en pacientes donde los medicamentos no son suficientes para aliviar completamente dichos síntomas y/o la cirugía cardíaca es demasiado invasiva o no es una opción para algunos pacientes.
De ahí, agregó, que desarrollo de stents recubiertos de fármacos para el tratamiento de la enfermedad arterial coronaria y, más recientemente, la reparación y el reemplazo de las enfermedades de las válvulas cardíacas mediante técnicas de catéter han cambiado enormemente el campo de la cardiología intervencionista.