Fuente: Redacción Médica
El informe La economía, el tabaco y el control del tabaco, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, prevé que las muertes anuales asociadas al tabaquismo en todo el mundo pasen de los seis millones registrados en la actualidad a los ocho millones en 2030. La mayoría de las defunciones (el 80 por ciento) tendrán lugar en países con rentas bajas y medias.
Aunque, globalmente, la prevalencia del consumo está disminuyendo, la población mundial está aumentando, por lo que la OMS reconoce que no conseguirá su objetivo de reducir un 30 por ciento elconsumo de tabaco en el año 2025. El estudio también destaca las consecuencias que tiene el tabaco para los fumadores pasivos y para las arcas de los sistemas públicos de salud. En concreto, el impacto económico que tiene el consumo de tabaco a nivel mundial asciende a unos 940.000 millones de euros anuales, tanto en gasto sanitario como en pérdida de productividad.
El informe insta a los gobiernos a intervenir para disminuir el tabaquismo, a través de medidas que se han demostrado coste-efectivas, como desarrollar campañas de información y prevención, sobre todo dirigidas a jóvenes, aumentar los impuestos al tabaco, prohibir el marketing del tabaco y promover espacios libres de humo.
Respecto a los impuestos, según el texto, son pocos los gobiernos que reinvierten la recaudación en acciones preventivas. En los años 2013 y 2014, la OMS estima que los impuestos globales del tabaco ascendieron a 269.000 millones de dólares, pero solo se destinaron 1.000 millones al control del tabaquismo.