El IQOS de Philip Morris no “engaña” a los profesionales sanitarios

MADRID, ESPAÑA/ CONSALUD.ES .— Parece que el nuevo dispositivo IQOS de Philip Morris no ha podido engañar a los profesionales del sector salud. Y es que, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), integrado por más de 30 sociedades científicas y asociaciones profesionales, ha arremetido contra el nuevo producto de la multinacional tabacalera cuya principal novedad es que calienta tabaco en lugar de quemarlo.

En un comunicado, el CNPT ha apuntado que pese a que la estrategia publicitaria incide en que el dispositivo resulta menos nocivo que el cigarrillo convencional, «es un producto de tabaco y como tal contiene nicotina y otras sustancias tóxicas».

«Su consumo puede tener el efecto poco deseable de retener a las personas fumadoras en su adicción y ser una puerta de entrada a la misma»
«Aunque algunas de estas sustancias estén en menor concentración que en el cigarrillo de combustión, eso no impide considerar el uso del IQOS como un riesgo para la salud», han dicho, al tiempo que han insistido en que «no existen evidencias sólidas que avalen la seguridad de este producto ni su eficacia como estrategia de reducción de daños».

En cuanto a los efectos negativos, el CNPT ha argumentado que «su consumo puede tener el efecto poco deseable de retener a las personas fumadoras en su adicción y ser una puerta de entrada a la misma».

Además, han exigido que el dispositivo se someta a las mismas prohibiciones en cuanto a su uso en espacios públicos cerrados, y en cuanto a su publicidad y promoción.

Por todo ello, el CNPT considera que los profesionales de la salud deben desaconsejar el uso de los IQOS entre sus pacientes, sean o no fumadores.

ADECUAR SU FISCALIDAD A LA DEL CIGARRO CONVENCIONAL

Además, ante los riesgos existentes y la ausencia de evidencia científica, que avale su utilidad como método de reducción de riesgo, el CNPT considera que lo más adecuado es no recomendar tampoco el uso de este nuevo producto de tabaco como alternativa al cigarrillo clásico. «Es necesario y urgente adecuar su fiscalidad a la del cigarrillo convencional», han reiterado.

Por último, el Comité ha recordado que el reciente informe preliminar de la Agencia del Medicamento en Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) sobre el dispositivo IQOS, publicado el pasado mes de enero, refleja que no se ha podido demostrar que el IQOS reduzca el daño frente al tabaco convencional.

Y es que, según este informe, aunque se haya reducido la exposición de las personas fumadoras a algunos productos químicos dañinos existentes en el humo del tabaco quemado, esta disminución no ha podido demostrar que produzca una reducción del riesgo de generar enfermedades o la muerte, de modo que no se puede vender como un producto de reducción de riesgo.

Deja una respuesta