MADRID, ESPAÑA.— El 64 por ciento de los españoles se ha mostrado a favor de una ley antitabaco más restrictiva, que impida fumar en lugares públicos como los estadios de fútbol, piscinas o centros comerciales al aire libre. Este porcentaje ha aumentado con respecto al año pasado, que se situaba en el 50 por ciento.
Incluso un porcentaje mayor (77,3 por ciento) está a favor de prohibir el tabaco en los coches en los que viajen niños.
Son los datos de la encuesta de la ‘Semana sin Humo‘ que cada año realiza la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y en la que han participado 10.171 personas, tanto fumadoras como no fumadoras.
Uno de los porcentajes más relevantes es el referido al cumplimiento de la ley antitabaco, y el 65,4 por ciento de los encuestados se considera expuesto al humo ambiental, especialmente en las terrazas de los bares (el 31,4 opr ciento) o en el trabajo (22,5 por ciento).
En relación al incumplimiento de la prohibición de fumar en bares y terrazas, la mayoría estima que la normativa se cumple casi siempre (30,8 por ciento) o habitualmente (20,7 por ciento) y solo un 5,4 por ciento estima que su cumplimiento es anecdótico.
Los españoles quieren más espacios sin humo
Además, los españoles se han mostrado partidarios de crear un mayor número de espacios sin humo. En concreto, según ha explicado la coordinadora de «La Semana sin Humo», Lucía Gorreto, el 64,1 por ciento está a favor de que se prohíba fumar en lugares públicos como estadios deportivos, piscinas o centros comerciales abiertos.Por su parte, un 60,8 por ciento está a favor de prohibir el tabaco en los vehículos privados, cifra que en la encuesta anterior estaba en el 55 por ciento, y un 16,5 por ciento adicional estaría de acuerdo en prohibirlo en los coches en los que viajen niños.
Para Gorreto, estos datos demuestran que las autoridades sanitarias «se están quedando atrás» en la apuesta por crear más espacios libres de humo.
La encuesta pregunta también por la posibilidad de subir el precio de la cajetilla de tabaco a 8 euros, tal y como ha ocurrido en Francia, y el 61,4 por ciento de la población se ha mostrado a favor de esta medida. Las repuestas no muestran diferencias entre fumadores y no fumadores.
Desciende el número de fumadores
Desde que hace 19 años comenzaran las primeras encuestas de la semFYC, los datos ponen de relevancia que el número de fumadores ha descendido en torno a un 10 por ciento y la prevalencia de fumadores habituales es del 27 por ciento (un 25 por ciento hombres y un 31 por ciento mujeres).
Según esta encuesta, el 57 por ciento de las personas ha fumado en algún momento de su vida (un 15,6 por ciento a diario, un 7,3 por ciento en ocasiones y un 34,1 por ciento es exfumador), frente al 43 por ciento que nunca ha consumido tabaco.
El fumador activo se inició en el tabaco entre los 17 y 18 años y fuma menos de 10 cigarrillos al día (49,2 por ciento), mientras que el 4,1 por ciento fuman más de una cajetilla diaria. Los cigarrillos convencionales son los más consumidos (69,6 por ciento), frente al tabaco de liar (13,7 por ciento) o los puros, cigarrillos electrónicos, pipas de agua o pipas convencionales.
Un dato relevante es que el 13 por ciento de los fumadores mezclan el tabaco con cannabis, frente al 9-10 por ciento del año anterior.
Un 70,1 por ciento de las personas que fuman han intentado dejarlo en más de una ocasión, y un 16,7 por ciento lo ha intentado 4 o más veces. La mayoría de las personas que han abandonado el hábito lo ha conseguido solos y sin emplear ningún tratamiento farmacológico (82 por ciento, frente a un 18 por ciento que sí lo emplearon).
Más de 51.000 muertes al año
En España el tabaquismo provocó entre 2010 y 2014 un total de 259.348 muertes, 51.870 anuales, y la mitad de ellas fueron por cáncer.
A nivel global se calcula que una de cada dos personas fumadoras morirán por una enfermedad relacionada con el consumo de tabaco y según datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 7 millones de personas fallecen anualmente por el tabaco.
Además, el tabaco no sólo afecta a quien enciende el cigarrillo. Entre 1.500 y 3.000 fallecimientos al año en España son fruto de la exposición al humo del tabaco en los fumadores pasivos.